El protector solar es un aliado clave en nuestra rutina de cuidado de la piel, no solo para prevenir el envejecimiento prematuro y las manchas, sino también para ayudar a protegernos contra el cáncer de piel.
Tipos de filtros solares
Filtros químicos:
Estas moléculas penetran en la piel y desde allí funcionan absorbiendo los rayos UV, convirtiéndolos en calor y liberándolos de la piel. Son los filtros de elección en la mayoría de las cremas solares. Sin embargo, algunas de estas moléculas están siendo investigados por ser posibles disruptores endocrinos.
Filtros físicos (minerales):
Estas moléculas actúan desde la superficie de la piel reflejando los rayos UV gracias a ingredientes como el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Son considerados los más seguros, ya que no penetran en la piel. Además, son los mejor tolerados en pieles sensibles y rosácea.
Los filtros minerales tienden a dejar un color blanquecino sobre la piel, difícilmente aceptable por parte de los consumidores. Por eso, algunos laboratorios optan por romper esos filtros en trocitos generando nanopartículas, ya que eso mejora el efecto blanco. Aunque sobre el papel suena bien, existen controversias sobre el uso de nanopartículas en la cosmética por lo cual muchos consideran prudente reducir nuestra exposición a ellos1,2.
Filtros biológicos:
Funcionan fortaleciendo los mecanismos de defensa natural de la piel e incluyen antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres.
La Importancia del protector solar
Aplicar protector solar diariamente es vital para prevenir el daño solar acumulativo, que causa manchas, arrugas y pérdida de elasticidad, además de reducir el riesgo de cáncer de piel. Proteger el rostro del sol es esencial durante todo el año, incluso en invierno, para evitar el fotoenvejecimiento.
La vitamina D y el sol
Es crucial encontrar un equilibrio con la exposición solar. El sol nos da alegría y vitalidad y es parte de una vida saludable. Aunque proteger el rostro es prioritario por razones estéticas, una exposición solar de corta duración sin crema solar en zonas de menor impacto estético, como brazos o piernas, ayuda a la producción de vitamina D. Esa vitamina, que técnicamente es una hormona, resulta esencial para la salud ósea y sistema inmune. Es recomendable medir los niveles de vitamina D en sangre al inicio del invierno y tomar suplementos si los niveles son bajos o cercanos al límite.
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- Filtros físicos no nano: Dióxido de titanio y óxido de zinc no-nano para proteger la piel de manera segura.
- Gossypium Herbaceum (Algodón árabe): Fotoprotector natural contra rayos UV, infrarrojos y luz azul, además de antioxidante y antiinflamatorio.
- Ácido hialurónico de bajo peso molecular: Hidrata y tensa la piel, ayudando a disminuir las arrugas. Estimula a la proliferación de fibroblastos lo cual aumenta la producción de colágeno en la piel.
- Aceite de espino amarillo: Protección extra contra el estrés ambiental y los rayos UV. Reafirmante, reparador y antioxidante.
- Diseñado para minimizar el efecto blanquecino habitual de los protectores solares con filtros minerales.
- Formulado sin filtros químicos, perfume, aceites esenciales, siliconas, aceites minerales, fenoxietanol, BHT, BHA y parabenos.
- Sin ingredientes de origen animal. Apto para veganos.
Conclusión
Seleccionar el protector solar adecuado es esencial para una piel sana y protegida. Opta por la opción que mejor se adapte a tus necesidades y asegúrate de aplicarlo correctamente. Disfrutar del sol de manera responsable puede marcar una diferencia significativa en cómo envejece tu piel y en tu salud general.
Bibliografia:
